Concepto detrás de un diseño
INTERIORISMO
La arquitectura de interiores se centra en crear un concepto a través del diseño, el interiorismo, los colores, las texturas y los detalles, ayudando a transmitir sensaciones armoniosas en los ambientes.
Sin embargo, se necesitan muchas habilidades y también técnicas para poder adaptar los espacios a las necesidades del cliente.
Lo primero que hay que tener claro es que para llegar a una buena idea, es necesario trabajar y analizar todas las posibles soluciones que nos permitan crear un ambiente único y exclusivo.
Para crear un diseño hay algunos puntos a tener en cuenta. Te los mencionamos a continuación.
1- Conocer a los clientes
Es muy importante saber qué es lo que realmente le interesa al cliente: la edad, el target y la tribu a la que pertenece tu cliente; sí sí, hemos dicho tribu. Para ello, es fundamental conocer sus gustos, hacerle las preguntas necesarias y sobre todo conocer los valores de la marca que se quiere mostrar en el espacio, qué queremos transmitir como marca para representar dichos valores en el espacio.
2- Brain storming creativo
Es importante involucrar a todo el equipo en el proyecto. Un método que suele funcionar muy bien es el brain storming o lluvia de ideas, para seleccionar, entre tantas, las que se mostrarán al cliente.
3- Análisis de mercado
Es importante investigar los negocios adyacentes al negocio que vamos a montar, así como estudiar qué están haciendo negocios del mismo sector en otras partes de la ciudad, del país o del mundo.
4- Estudio de color
Siempre es preferible optar por los colores corporativos. Sin embargo, existen otros factores que hay que tener en cuenta, como, por ejemplo: el área geográfica (ej. en la India las novias se casan de rojo, por lo que, en una tienda de vestido de novias, podría prevalecer ese color), la edad del público objetivo, si contamos con iluminación natural o artificial, etc.
5- Bocetos de ideas
Detrás de todo gran proyecto, tiene que haber varios bocetos con muchas ideas creativas y de detalle, pruebas, maquetas, prototipos… para poder llegar a la solución definitiva.
6- El sector
Por muy buena que sea la idea, es necesario que encaje con el sector y con los valores de la marca. Por ejemplo, vender juguetes en un espacio frío y sobrio, no tiene mucho sentido, ni sería capaz de atraer a los clientes, ¿verdad?
Hay que adaptar la idea a la necesidad del negocio para conseguir unificar espacio y marca. En otra palabra, el objetivo principal es que los clientes puedan asociar un espacio a un determinado producto y/o servicio.